eldiario.es – Benoît Cros
Sábado 16 de Noviembre de 2013
Aris Chatzistefanou es un periodista griego, director de los documentales Deudocracia y Catastroika, que muestran como las políticas de austeridad se implementaron en Grecia. Se encuentra en Barcelona para presentar su nuevo proyecto de documental, Fascismo, SL, el cual será financiado a través de crowdfunding como los dos primeros. Denuncia la complicidad de los partidos en el poder (Nueva Democracia y el PASOK) y de los medios de comunicación en el auge de los neonazis de Amanecer Dorado, que entraron en 2012 en el Parlamento griego con el 7% de los votos.
Después de ‘Deudocracia’ y ‘Catastroika’, su nuevo proyecto es ‘Fascismo, SL’: significa que el fascismo es la consecuencia directa de las políticas de austeridad promovidas por la Troika?
Me temo que sí. Tenemos una grave crisis financiera que puede ser comparada con lo que ocurrió en 1929 y la década siguiente cuando el sistema no fue capaz de producir el crecimiento que necesitaba para mantenerse. Hemos visto que el sistema mismo crea soluciones como el fascismo para recuperar el control de la situación. En Grecia hemos perdido el 25% del PIB en solo cuatro años. Esto nunca ocurrió en tiempos de paz, solo en periodos de guerra. Es la razón por la cual no es una coincidencia que los problemas con la extrema derecha empiecen en Grecia. Las familias de clase media han perdido el 35% de sus ingresos en los últimos años. En países como España, Italia o Irlanda se ha perdido entre el 6 y el 10%. Esto explica por qué el fascismo todavía no ha llegado en estos países, pero ya vendrá. Desgraciadamente, en Grecia estamos abriendo el camino.
¿Por qué esta crisis favorece la extrema derecha? En América Latina, la intervención del FMI permitió en cambio la irrupción de gobiernos progresistas.
Hay que ver el contexto político griego. Los colaboradores de los nazis fueron los que ganaron la guerra civil. Tenemos una tradición de extrema derecha con personas que no fueron castigadas por lo que hicieron durante la segunda guerra mundial y mantuvieron lugares importantes en el aparato del Estado. España también tiene estas características. La crisis crea el terreno fértil pero el contexto político y social define la dirección. Hacia la izquierda como en América Latina o hacia la derecha como en Grecia. Además no hubo un verdadero movimiento masivo con fuerzas políticas que tengan una alternativa real. Como decía Walter Benjamin, “todo fascismo es una revolución perdida”. Y cuando la gente ve que la izquierda no tiene propuestas fuertes contra la Troika y las políticas de austeridad, muchos acaban yéndose a la extrema derecha.
¿Cree que Syriza no es una alternativa real al gobierno actual?
Syriza se posicionó a favor de acabar con la política de austeridad y el memorándum (las medidas impuestas por el FMI, el BCE y la Comisión Europea). Sin embargo, para llegar a estas transformaciones radicales, se necesita un movimiento social masivo similar al que hubo en América Latina. Es lo que hicieron Evo Morales o Hugo Chávez. No digo que estos gobiernos lo hicieron todo bien, cometieron grandes errores. Pero si quieres cambiar la estructura de la economía, necesitas que la gente entienda lo que estás haciendo y que te apoye todos los días con manifestaciones masivas. Creo que Syriza no se esforzó lo suficiente en crear este movimiento. Y ahora sólo están actuando desde dentro, y es necesario, pero es lo último que se tiene que hacer.
¿Por qué no se llegó a un movimiento social masivo?
Es probablemente la culpa de la izquierda griega. Estuvimos para predecir la crisis, estuvimos para decir lo que fue mal pero no aportamos propuestas concretas. Y cuando las hubo, no fueron expresas conjuntamente. No hay que olvidar la gran división que hay dentro de la izquierda griega, a pesar del esfuerzo de Syriza para unificar todas estas fuerzas políticas. No estoy culpando Syriza de todo, estoy hablando de la izquierda en general que no estuvo presente cuando la gente pidió alternativas. Y Amanecer Dorado llegó con sus pseudo soluciones: regalaban espaguetis y patatas y decían que iban a echar fuera a los políticos. Y mucha gente pensó: “al meno tienen algo que decir”, era tramposo pero estuvieron presentes.
La policía detuvo recientemente al líder de Amanecer Dorado y a otros dirigentes de esta formación. ¿El gobierno griego está finalmente tomándose en serio este problema?
No. Primero hay que recordar que, sin el apoyo de la élite política y económica, Amanecer Dorado no hubiera obtenido más que el 0,5% de los votos. Pero los medios de comunicación griegos los trataron como superestrellas y legitimaron su ideología y su presencia en la vida política. Pasó lo mismo con la élite política: el centro y el centro-derecha construyeron la teoría de los extremos. Intentaron explicar que Amanecer Dorado y Syriza eran los dos extremos. Es decir, cogían un partido de izquierda – en mi opinión, de izquierda moderada – y decían que era lo mismo que los neonazis. Después del asesinato de Pavlos Fyssas (cantante de hip hop y activista), hubo un gran movimiento antifascista que consiguió presionar al gobierno que no tuvo otro remedio que actuar. Pero al mismo tiempo, intentaron sacar ventaja de ello y dijeron: “ahora vamos a atacar a los dos extremos”. Empiezan con Amanecer Dorado pero también quieren luchar contra los sindicatos, los trabajadores y la izquierda en general. No creo que quieran realmente combatir el neonazismo. Lo seguirán utilizando para su política.
¿Cree que el gobierno actuó porque la víctima era un ciudadano griego y no un inmigrante como en el caso de las anteriores víctimas?
Me temo que lo explica en parte y tendríamos que avergonzarnos de ello. Ya hubo asesinatos antes pero las víctimas eran inmigrantes. No estoy culpando al pueblo griego por protestar por la muerte de un griego pero tendrían que haber hecho lo mismo desde hace años.
¿Cree que la detención de líderes de Amanecer Dorado puede parar la progresión de esta formación?
No necesariamente. Las encuestas atribuyen a Amanecer Dorado el 10% de los votos cuando en las últimas elecciones obtuvieron el 6%. Es verdad que las encuestas llegaron a atribuirles el 15 o 20% de los votos antes del asesinato pero ahora, después del asesinato y de las detenciones, siguen a un nivel superior al de las últimas elecciones. Estamos todavía muy lejos de haber resuelto el problema.
¿Qué colectivos son los principales votantes de Amanecer Dorado?
Principalmente las clases bajas, las que fueron fuertemente golpeadas por la austeridad. Hay mucho apoyo en las zonas más pobres del país. También están algunos de los que pertenecían a la clase media, los nuevos pobres. Es lo mismo que pasó en los años 1920 y 30. Pero hay que decir que la élite combate sobre todo la izquierda y no presta atención al neofascismo. Hay que ver lo que escriben en sus periódicos: comparan la violencia de ‘Amanecer Dorado’ con la “violencia social”, es decir las protestas y las huelgas.
Amanecer Dorado también está intentando conquistar el territorio tradicional de los sindicatos, como el Pireo (donde están los astilleros).
Exacto. Están intentando controlar áreas controladas por el partido comunista y los sindicatos. No hay que olvidar que, justo antes del asesinato de Pavlos Fyssas, militantes de Amanecer Dorado atacaron a miembros del partido comunista. Y lo hacen, no para proteger a la gente de ahí, sino para proteger a los armadores. Hay que recordar que, en los últimos tres años, Amanecer Dorado hizo 140 proposiciones de ley en favor de los armadores. Se presentan como ‘antistema’ pero en realidad trabajan para lo que podríamos llamar “el gran capital”: apoyan las privatizaciones o la evasión fiscal. Yo los llamo “la fuerza armada de los neoliberales”. Dicen que están en contra de la invasión de la Troika pero en la práctica no hacen nada en contra de ello, solo quieren atacar a los partidos de izquierda.
Usted es muy crítico con el papel de los medios en el ascenso de Amanecer Dorado.
El problema es que los medios los han aceptado. Un programa de telerealidad (similar a Operación Triunfo) invitó a miembros de Amanecer Dorado y los presentó como la nueva generación de políticos. Y esto empezó hace más de 10 años. Y pasa lo mismo con la élite política. No hay que olvidar que el dictador Papadopoulos dio su apoyo en los años 80 a Nikolaos Michaloliakos, el líder de Amanecer Dorado, que se encuentra actualmente en la cárcel, y a Makis Voridis, ahora diputado de Nueva Democracia. Voridis está aceptado a pesar de tener la misma historia que Michaloliakos. Esto quiere decir que la élite política ha intentado incorporar a este gente. Hay muchos neofascistas en Nueva Democracia.
Amanecer Dorado también infiltró la policía griega. ¿Cómo lo consiguió?
El cuerpo de policía tiene una tradición muy a la derecha y antiguamente no eran un cuerpo profesional, no había escuelas de policía. Los policías eran seleccionados de manera muy extraña. En todo caso, ‘Amanecer Dorado’ tuvo el apoyo de altos cargos de la policía. El gobierno tenía conocimiento de estos hechos pero no hizo nada al respecto. Están preparando a la policía para ser una fuerza antidisturbios para combatir las huelgas y las protestas. Y para las unidades antidisturbios, escogen a los más agresivos, a los que provienen de escuelas militares. Crearon un monstruo. Son criminales con uniforme.
¿Cree posible un retorno de la dictadura?
No creo que sea necesario para ellos mientras controlen los medios y el gobierno. No vivimos en una democracia, pero no se puede decir que es una dictadura. Yo hago la comparación con los últimos años de la República de Weimar. Las decisiones no pasaban por el Parlamento sino por el presidente o el canciller. Es lo mismo que pasa ahora en Grecia: las decisiones más importantes sobre política económica no pasan por el Parlamento sino que las toma el primer ministro. Es el fin de la Constitución, el fin de la democracia en Grecia. No necesitan una dictadura militar. Sin embargo, tenemos información de que, en el norte de Grecia, se están entrenando a unidades militares para combatir a manifestantes. No quiero exagerar ni caer en la teoría de la conspiración pero es cierto que tienen esto en la mente, están pensando que en algún momento podrían usar unidades militares durante manifestaciones.
La imagen de Grecia en la prensa europea es la de un país afectado por la miseria. ¿Se corresponde con la realidad?
Absolutamente. Hay un terrible aumento de los suicidios. Yo hice un reportaje sobre las posibles consecuencias de las políticas de austeridad y todos los médicos decían que, entre 2016 y 2020, veremos a miles de personas morir de enfermedades cardiovasculares y cáncer. Además ahora están hablando de desahuciar a la gente que no puede pagar sus impuestos. La miseria realmente está aquí.
En España se habla mucho de los jóvenes que dejan España para buscar trabajo fuera. ¿Pasa lo mismo en Grecia?
En Grecia, la última generación fue la más formada en toda la historia del país. Esto fue una inversión: estábamos pagando para construir universidades y para que los estudiantes fueran a hacer másteres y doctorados en el extranjero. Esta generación estaba muy preparada pero la perdimos en dos o tres años. Tienen que vivir fuera o tener trabajos poco cualificados. Era nuestro capital humano pero han conseguido destruirlo con sus políticas de austeridad. Si no paramos esta politica en los próximos años, llegaremos a una situación irreversible y necesitaremos siglos para volver al nivel de antes.